El poder de una presencia online

La semana pasada una chica programó una clase de prueba.

Si es que aún no lo sabes, soy profesor de español para extranjeros, y esa clase es el primer acercamiento entre profesor y potencial estudiante, para ver si trabajar juntos es una buena idea.

Era una chica agradable. Me contó por qué está aprendiendo español, las dificultades que tiene con el idioma, y cómo espera que yo la ayude.

Fueron unos 40 minutos de una conversación bastante agradable.

Además de lo que te mencioné arriba, me comentó que posiblemente el próximo año venga a Ecuador, así que le conté que tengo un canal de YouTube dirigido a estudiantes de español en el que toco temas precisamente relacionados con el país.

¿Y sabes qué me contestó?

«Ya lo sé. Por eso estoy tomando esta clase contigo».

Eso me dejó pensando.

Nunca me ha gustado ser el centro de atención.

Soy más bien del tipo de persona al que le gusta pasar desapercibido, y solo me pongo en el centro de la conversación cuando ya no me queda de otra.

Pero eso e intentar vivir de mi propio negocio, son dos cosas que, y esto lo descubrí a base de varios momentos de frustración, no son del todo compatibles.

Si quieres vivir de tu propio negocio, una de las principales tareas que tienes para hacerlo sostenible es vender, y para eso necesitas:

  1. llamar la atención de la gente
  2. ofrecerles tu producto o servicio, y
  3. darles la mejor atención posible para que se queden contigo

Y fue por eso que, a pesar de mi aversión a ser el centro de atención, decidí abrir ese canal de YouTube.

Y parece que fue una buena idea.

Esa chica estaba buscando algo relacionado con Ecuador, mi video apareció en los resultados de esa búsqueda, lo vio, y al parecer le gustó, porque decidió probar una clase conmigo.

Llevo una par de años escuchando los conceptos «marca personal» y «presencial online», y aunque algo hacía para trabajar esos temas, no es hasta ahora que los veo funcionando en mi caso particular.

Antes, la mayoría de mis estudiantes venían de un sitio web en el que lo único que hice fue crear un perfil de profesor y esperar a que los estudiantes llegaran solos, y fue bueno mientras duró, pero algunas cosas cambiaron y ese sitio dejó de ser un buen lugar para ganarse la vida, así que decidí arreglármelas por mi cuenta y empecé por empezar a crear una marca persona y una presencia digital.

No es que me encante sentarme frente a la cámara de mi computadora y presionar el botón de grabar, pero tampoco me desagrada tanto y, de hecho, creo que es algo que podría llegar a gustarme.

Por el momento nada está dicho, pero es algo en lo que voy a darme una oportunidad y ver qué resultados obtengo.

Seguiré informando.

Cambio y fuera.

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