«Suena como una película»

Eso es lo que dijo una de mis estudiantes cuando le conté sobre mis vacaciones.

¿Qué pasó durante esas dos semanas?

Déjame contarte. Aunque primero necesito darte un poco de contexto.

Verás, en marzo de este año conocí a una chica. Ella es de Estados Unidos y vino a Ecuador como parte de un programa de su universidad.

Un grupo de unas doce personas vinieron a conocer el trabajo que una fundación estadounidense hacía en Sangolquí, mi ciudad, y pasa que yo colaboraba con esa fundación, y me ofrecí como voluntario para darle a ese grupo un recorrido por Sangolquí y Quito.

Hasta ahí, nada fuera de lo normal. Yo me ofrecía para hacer esos recorridos una o dos veces al año desde hace bastante tiempo, y el grupo de este año iba a ser uno más.

Pero no lo fue.

Desde el primer día me sentí especialmente a gusto hablando con esta chica, y tiempo después ella me contó que se sentía de la misma manera.

Estuvo en Ecuador por apenas una semana, pero seguimos en contacto cuando volvió a los Estados Unidos.

Al principio solo chateábamos, después empezamos a hablar por teléfono y lo siguiente fueron las videollamadas.

Y un día me dijo algo: «Voy a regresar a Ecuador».

Iba a trabajar en un proyecto con una universidad local, y venía al país por unas dos semanas. Dos semanas que me tomé de vacaciones para poder pasar ese tiempo con ella.

Pasamos la mayor parte del tiempo en Sangolquí, salimos un par de veces a Quito, y nos fuimos tres días a Baños, uno de mis pueblos favoritos en el país.

Fueron unas vacaciones geniales.

Y uno de sus últimos días en el país fuimos a cenar en un restaurante al que he ido unas tres veces en la vida, pero que me gusta mucho, y allí le pregunté si quería ser mi novia.

¡Y dijo que sí!

Now I have the prettiest girlfriend in the world!

Por ahora vamos a mantener la relación a larga distancia. Y sí, ya sé que es algo complicado, una amiga con experiencia en el tema me habló al respecto, pero estamos dispuestos a hacer que esto funcione.

Así que ahora me toca echarle extra ganas al trabajo, que ahora no solo debo pensar en términos Ecuatorianos. Después del tiempo que he trabajado con personas de Estados Unidos ya me he hecho una idea de lo que cuestan las cosas por allá.

Pues eso.

Y por cierto, una de las cosas que pienso hacer, aunque aún no sé qué tan útil puede ser en el futuro, es volver a darle vida a este blog.

Me gusta escribir, pero suelo hacerlo solo en mi cuenta de Facebook o para potenciales estudiantes de español, y me parece que es tiempo de darle uso a este espacio que abrí hace tiempo.

Por el momento voy hacerlo una vez a la semana.

Si eres mi amigo/a en Facebook y te gustaba lo que escribía ahí, ahora lo podrás encontrar por aquí. Si eres nuevo/a, pues gracias por leerme.

Y si quieres un aviso en tu bandeja de email cada vez que escriba algo nuevo, puedes dejarme tu correo en el formulario de abajo y así yo te aviso.

También puedes volver de vez en cuando y revisar tu mismo/a si hay algo nuevo. Lo que sea mejor para ti.

Bueno, eso es todo por hoy.

Nos vemos la próxima semana.

Deja un comentario