Aprender inglés es más fácil de lo que parece

Una vez mi profe de inglés me descubrió haciendo trampa en un examen, y se enojó tanto que me dijo hasta de qué me iba a morir.

Teníamos que memorizar una lista de verbos, su conjugación en pasado y su traducción al español.

Aburrido…

No había estudiado para ese examen, y como no quería sacar un cero, lo primero que se me ocurrió es sacar una copia en miniatura de la hoja que tenía que estudiar, y esconderla bajo la manga del saco.

El plan era simple:

A la profe le gustaba caminar por todo el salón cuando teníamos un examen, y yo iba a aprovechar eso para ver las respuestas escondidas bajo mi manga cuando ella estuviera al otro lado del salón.

Mala idea.

Yo estaba bastante nervioso, y creo que la teacher se dio cuenta.

Pasó caminando al lado mío como si no pasara nada, y cuando pensé que estaba al fondo del aula, saqué mi hojita.

— ¿Qué tienes ahí?

Escuché eso y me quedé frío.

Estaba justo detrás de mí.

— Nada, profe.

Mi voz temblorosa no ayudó mucho que digamos.

Me agarró del brazo, subió la manga del saco y vio la hoja con las respuestas.

Sus ojos echaban chispas. Si no fuera porque la conocía bien, hubiera tenido miedo de que me diera una cachetada o algo así.

Pero no me hizo nada. Agarró mi examen, tachó toda la hoja con un esfero rojo, y empezó la carajeada.

«Eres un vago»

«Eres un sinvergüenza»

«No valoras el esfuerzo que tu madre hace para que aprendas»

Y el peor de todos:

«Eres el peor estudiante que he tenido. Nunca vas a aprender inglés

Eso último dolió más que todo lo anterior.

Y entonces me sacó del salón.

«Voy a demostrarle que se equivoca»

Eso es lo único en lo que pensaba, y enseguida puse manos a la obra.

Ese mismo día fui a un centro de cómputo e imprimí la letra de mis canciones favoritas en inglés, y entonces fui a casa y con diccionario en mano traduje todo lo que no entendía.

Empecé a hacer eso a diario, y también memorizaba todas las palabras nuevas.

Eventualmente, con todo el nuevo vocabulario aprendido, las clases de inglés se fueron haciendo más fáciles.

Ya entendía lo que el libro decía, y ya entendía cuando la profe hablaba (no es que hablara mucho en inglés tampoco). Y eso ayudó a que mis calificaciones fueran subiendo.

No sé quién estaba más sorprendido, ella o yo, pero en cuestión de un año pasé de ser «el peor estudiante que ha tenido» a ser el mejor estudiante de ese salón.

Luego de eso la teacher solía bromear diciendo que lo único que yo necesitaba para aprender inglés era una buena regañada.

Y creo que es verdad.

Luego del colegio, por pura curiosidad decidí seguir aprendiendo el idioma, y vaya que me ha servido.

  • He conocido gente interesante de otros países.
  • Empecé a trabajar como profesor de español para extranjeros.
  • Trabajé con una fundación estadounidense por algunos años.

Y tengo muy buenos recuerdos de todo eso.

Y ahora también enseño inglés, bajo mi propia metodología, que es cómo aprendí el idioma al punto de poder comunicarme con otras personas sin dificultad.

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